Seguro que has oído hablar de los componentes perjudiciales presentes en muchos productos de higiene y cuidado capilar. Sustancias tóxicas, como siliconas, sulfatos agresivos o derivados del petróleo, que dejan en tu cabello sensación de limpieza o brillo cuando, en realidad, están ahogándolo.
Los sulfatos se usan en geles de ducha y champús como agente tensoactivo. Gracias a su forma molecular estos compuestos son los responsables de la limpieza de piel y cabello y, normalmente, actúan como agente espumante. La mayoría de champús convencionales utilizan tensoactivos agresivos como por ejemplo: Sodium Laureth Sulfate o Sodium Lauryl Sulfate, sulfatos que crean mucha espuma y limpian en profundidad pero que pueden resultar irritantes y provocar la deshidratación del cabello. Por ello, es mejor usar champús con tensoactivos suaves, de origen vegetal, que limpien efectiva y suavemente, sin resecar. Existe, en cosmética natural y Bio certificada, una buena oferta de agentes tensioactivos suaves y muy suaves procedentes de materias primas renovables.
Uno de ellos es el Sodium Coco Sulfate, considerado un tensoactivo suave y seguro por autoridades prestigiosas e independientes, como Environmental Working Group (EWG), EU Scientific Committee on Consumer Science y Cosmetic Ingredient Review (CIR). Al contrario que el Sodium Lauryl Sulfate, el Sodium Coco Sulfate se origina utilizando la totalidad de los aceites grasos del aceite de coco, sin refinar. Se obtiene así, una molécula de mayor tamaño, que no penetra en la epidermis, evitando causar irritaciones en la piel.
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